Stranger Things
- Israel Santiago
- 9 abr 2017
- 3 Min. de lectura
La magia de los '80

¡Cosas Extrañas suceden en la ciudad de Hawkins, ¡Indiana, cosas como una niña que no habla y tiene poderes psicokinéticos, un monstruo que acecha desde una dimensión oculta o vete tú a saber, cosas muy extrañas y edulcoradas con estabilizantes ochenteros!!
Lo más maravilloso de esta serie no es tan solo la historia que cuenta y como la cuenta, sino que supone un viaje en el tiempo a una de las décadas más maravillosas y ricas en cultura cinematográfica, musical y literaria que han existido; Los 80.

En 1985 Richard Donner dirigió Los Goonies basada en una historia de Spielberg y en 1986 el maestro del terror literario Stephen King escribió su obra maestra IT, ambas obras inspiran e influencian claramente a Stranger Things en su tratamiento de la amistad y la adolescencia al igual que Cuenta Conmigo (Rob Reiner,1986) basada en la novela, ¡¡cómo no!!, de Stephen King "El Cuerpo".
Hablo de amistad y adolescencia porque son los pilares sobre los que se sustenta la serie creada por los hermanos Matt y Ross Duffer para la cadena Netflix. La historia de un grupo de chavales que viven en Indiana (sutil homenaje a otro icono de los '80, Indiana Jones) en el año 1983 y que solo piensan en jugar a Dragones y Mazmorras y pasear con sus bicis pero tienen que afrontar la misteriosa desaparición de uno de ellos tras la cual se encuentra una base secreta del gobierno dirigida por un despiadado Mathew Modine que realiza experimentos con su propia hija a la que conoceremos como "Once" y que será acogida y protegida por la banda infantil como ya hicieran Elliot y una dulce Drew Barrymore en E.T (Spielberg,1982), como podéis ver las referencias ochenteras son incontables.

Somos muchos los que nos alegramos de que la elegida para interpretar a la madre de Will Byers, el niño desaparecido, fuera la también "desaparecida" Winona Ryder que nos brinda una excelente actuación como la desesperada madre que no acepta la muerte de su hijo y está firmemente convencida de que no solo sigue vivo, sino que entabla contacto con ella de una manera muy especial en la cual algunos hemos querido ver un guiño a "Encuentros en la Tercera Fase" (Spielberg,1977).
Todo el reparto realiza más que una aceptable actuación, el elenco infantil consigue anclarse en nuestro corazón con una personalidad bien definida en cada uno de ellos; el que siempre se está quejando, el líder, el que quiere salvar la amistad a toda costa. Todos ellos son adorables, pero en mi humilde opinión el doblaje español les hace un flaco favor, asignatura pendiente en nuestro país a pesar de que defiendo a capa y espada el trabajo de los actores de doblaje de personajes adultos.

No puedo dejar de recordar al maestro John Carpenter que nos ofreció sus mejores trabajos en los ochenta y cuya esencia impregna muchos aspectos de esta serie, los más siniestros por supuesto, no se podía esperar otra cosa del director de La Niebla (1980) y La Cosa (1982) aunque alguna reminiscencia de Starman (1984) también hay.
Es curioso ver como un tema tan de actualidad como es el Bullyng (acoso escolar) también es tratado en la serie, parecer ser que h.d p han existido toda la vida, pero ya se encargará Once, interpretada por una maravillosa Millie Bobby Brown de rendirles cuentas.

Una buena serie no lo sería tanto sino posee una banda sonora acorde al mensaje que se quiere transmitir y a la ambientación que se pretende crear y en este caso no puedo decir más que Kyle Dixon y Michael Stein, ambos integrantes de la banda Survive, lo han bordado con su inquietante sintetizador que crea una atmósfera retro y parece que estuviéramos en un videojuego de la época ¿Recordáis el Spectrum? Pues eso.
Aunque se me ocurren mil cosas más que comentaros, todas contienen spoilers y no quiero que me odiéis así que como hago siempre. deseo concluir mi artículo con una cita apropiada para la serie;
"La amistad es como la música; dos cuerdas del mismo tono vibrarán ambas, aunque sólo se toque una" (José Zorrilla)
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